La Cordillera del Atlas, cuya génesis se asocia a la aproximación y colisión de las placas euroasiática y africana durante la orogenia alpina (era terciaria), constituye un rotundo y elevado bastión montañoso que se extiende a lo largo de miles de kilómetros por buena parte del norte de África (Marruecos, Argelia y Túnez). Dentro del territorio de Marruecos, más al sur la ciudad de Marrakech, es donde la montaña alcanza su mayor rotundidad y elevación, concretamente en la sección denominada “Alto Atlas”, donde se emplaza, precisamente, el Macizo del Jbel Toubkal (4.167 m), con más de 11 cimas que superan los 4.000 metros de altitud. Todas estas montañas del Atlas fueron pobladas hace siglos por los bereberes o amaziges, que habitan muchos de los espacios montañosos entre Egipto y Marruecos (llegando incluso a Canarias, según estudios recientes). Las cumbres, las laderas inhóspitas y minerales (en su día profusamente tapizadas por los sabinares y hoy antropizadas y sometidas a una intensa erosión), los fértiles valles, regados por las aguas de deshielo, y la vida de los pequeños pueblos y aldeas que colonizan los valles por debajo de los 2.000 metros, constituyen uno de los conjuntos paisajísticos más sugerentes de la media y alta montaña mediterránea. El viaje propuesto considera una incursión a estos territorios del Parque Nacional del Toubkal durante el mes de enero, tomando contacto con la vida de los pueblos y ascendiendo (si las condiciones climáticas lo permiten) a la cumbre más alta del norte de África, que constituye un mirador excepcional sobre el Macizo. Sin tratarse de un reto especialmente complicado, la actividad (con condiciones frías, desafiando a la altitud y en una época de mucha menor afluencia de visitantes) supondrá una experiencia muy gratificante, con todos los ingredientes propios (a pequeña escala) de un gran trekking a las montañas del Karakórum, en Pakistán, por ejemplo. La visita a la ciudad de Marrakech, donde se podrá descansar en un cómodo alojamiento y visitar algunos de sus rincones más interesantes (Medina, zoco, plaza Jamaa el Fna, Madraza o escuela coránica de Ben Youssef, Mezquita Koutoubia), constituirá el colofón a este sugerente viaje, especialmente indicado para personas activas y aventureras, con buena condición física y nociones básicas de montañismo. El viaje será coordinado por el geógrafo Daniel Ferrer, que ha venido realizado asiduamente actividades por distintos valles y cumbres del Atlas desde el año 1989, ascendiendo el Toubkal en 14 ocasiones.
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